Cualquiera
que sea la forma en que se transfieren los datos, es absolutamente
preciso que la fuente y el destino de los mismos, en su más amplia
acepción, posean una base de tiempos común a fin de otorgar el
mismo valor al 1 y 0 de cada instante. Esto es lo que se entiende por
sincronización
del transmisor y el receptor y que, en toda transmisión de datos,
debe hacerse, al menos, en tres ámbitos:
Sincronismo
de bit,
con objeto de determinar el instante en que, teóricamente, debe
comenzar a contarse un bit.
Sincronismo
de carácter,
mediante el cual el dispositivo receptor reconoce los n
bits constituyentes de un carácter o, lo que es lo mismo, cuál es
el primer bit de un carácter.
Sincronismo
de mensaje o de bloque,
con el que define el conjunto de caracteres que van a constituir la
unidad base para el tratamiento de errores, etc. y que forman parte
del protocolo de comunicaciones.
Por
lo que respecta al circuito de datos (ED),
puede hablarse básicamente de dos tipos de transmisión:
- Asíncrona o Start/Stop
- Transmisión síncrona
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